Souping: la sopa como detox
Las sopas son los nuevos licuados. A primera vista, esta moda veraniega parece menos extrema y más sabrosa que sus precedentes líquidos. Porque, ¿a quién no le gusta la sopa?
Hay muchas maneras distintas de hacer un souping: desde incorporar un bol de sopa en tu dieta diaria al extremo de que todas tus comidas sean en forma de sopa.
Pero, ¿te ayudará a perder peso? ¿seguro que es sano?
¿Por qué la sopa?
o plato principal, se suele relacionar con la pérdida de peso. Un reciente estudio del British Journal of Nutrition encuestó a más de 20.000 adultos y descubrió que aquellos que comen sopa pesan menos y tienen una cintura más estrecha, comparado con aquellos que prefieren los sólidos. También hay que destacar que aquellos que comen sopa de forma regular siguen un estilo de vida más saludable, por lo que consumen menos calorías en general.
La mayoría de las sopas están hechas a base de verduras y proteínas magras, por lo que tienen pocas calorías, mucha fibra, son hidratantes y te llenan. Un estudio de Appetite muestra que aquellos que toman sopa de pollo como entrante en un bufet libre de pizza, comen un 20% menos de calorías en general.
La especialista en estética y nutrición Gema Cabañero señala que puedes incluir numerosas variantes y obtener nutrientes que no se consiguen solo con los zumos. Suponen un gran aporte nutritivo por su propia elaboración. “Al aprovechar el agua de cocción de los alimentos, los nutrientes quedan en ella, por lo que podemos aprovecharlos, a excepción de las vitaminas termolábiles que son destruidas con el calor”, afirma Cabañero.
¿Cómo funciona?
Para empezar, puedes preparar tus propias sopas repletas de verduras en casa o confiar en las que vienen ya preparadas. Solo tienes que calentarlas o, si te gustan frías, ni eso. La mayoría de opciones son veganas, contienen muchas verduras, son bajas en calorías y no llevan todo el azúcar que encuentras en los zumos.
Con el souping de un día, comes cinco sopas en vez de consumir sólidos, como un guiso de coliflor y coco. Por otro lado, el plan de cinco días solo hace que incorpores una sopa al día. La puedes tomar para comer, cenar o incluso como merienda.
Las sopas de estos programas detox contienen entre 70 y 300 calorías cada una, por lo que es bastante difícil llegar a las 1.200 calorías, el mínimo para perder peso de forma saludable. Aunque, técnicamente, es posible.
Pero ¡ojo! Comer menos de 1.200 calorías a lo largo del día puede causar antojos, niveles bajos de energía, un metabolismo más flojo y que se acabes sufriendo el temido “efecto rebote”.
También es muy importante tener en cuenta que la mayoría de sopas preparadas no llevan carne ni lácteos. Aunque suelen incorporar lentejas, garbanzos u otras legumbres, la cantidad de proteína es bastante baja, sobre todo teniendo en cuenta lo necesaria que es para mantener el músculo si queremos perder peso.
Hazlo bien
Tendrías que tener la costumbre de leerte las etiquetas de toda la comida que compras, pero sobre todo cuando se trata de sopas preparadas, presta atención para que no te engañen. De lo contrario, puede que no estés haciendo mucho bien a tu cuerpo. Hay fabricantes que no te permiten ver la información nutricional de sus productos antes de comprarlos, una señal clara de que vayas con cuidado.
Tanto si compras las sopas como si las haces tú desde cero, nosotras no te recomendamos comer sopa para cada comida. La nutrición líquida puede ayudarte si quieres complementar tu dieta o añadir más verduras, pero vivir a base de líquidos es insostenible..
Así que, si es lo que quieres, toma más sopa. Pero recuerda, tienes dientes para algo.
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